miércoles, 23 de febrero de 2022

POESIAS GANADORAS XX CONCURSO DE POESIA "LA MUJER"

 



1º PREMIO

 Dª EVA MARTIN ORIVE

 con la Poesía titulada 

“HEREDERAS LEGÍTIMAS DE LA VIDA EN LA TIERRA” 

Nos parieron completamente libres:

ilustradas, valientes, luchadoras.

 

Hijas, nietas y hermanas,

dueñas de cada célula,

transgresoras en busca de justica.

 

Hay nombres en la historia

que dejaron su ejemplo:

Clara Campoamor, Marie Curie, Heddy Lamarr,

Rosa Parks, Benazir Bhutto, Dolores Ibarruri,

Virginia Woolf, Simone de Beauvoir, Mary Winston Jackson…

 

Hay nombres de mujeres que nunca se escribieron

fueron incinerados,

lo mismo que sus sueños y sus traumas.

Como viejas esferas hurtadas a la historia

se vieron obligadas a orbitar ante ellos

igual que monigotes.

 

Pero no se rindieron,

usaron las fregonas, las escobas, los libros

para la libertad,

con muchas horas extras

que no pueden pagare con dinero.

Desde América y Asia, desde África o Europa,

todas esas mujeres abrieron los caminos

para sus descendientes.

También en Pakistán,

con aquel atentado a Malala Yousafzai

que se firmó con sangre.

 

En una lucha eterna y ancestral

han defendido el pan de sus hogares

contra todas las guerras:

en la calle, en las plazas, en la universidad,

entre los bombardeos.

 

Son las mismas mujeres en todos los lugares,

y son igual que tú, lo mismo que nosotras:

hijas, nietas, hermanas.


2º PREMIO 

D. ANGEL MANUEL CASTILLO DE LAS PEÑAS

 con la Poesía titulada

“MATRIA”

Han surgido cordilleras en mi pecho

y han viajado sueños sobre el raíl de la cicatriz

                   que me atraviesa

de oeste                                         a este.

 

Y he abierto el entredós de roble

que huele a regaliz y a alcanfor

y a una vida vivida que muere

como la carcoma que hiere a su madera

                        de norte

                            a

                          sur.

Y me han llegado recuerdos a mi lecho:

la lavandera frotando en la alberca carmesí,

los dondiegos anidando sobre el plomo de la guerra

y un batallón de crisantemos dormidos como ramo de mi boda.

            -Nunca hubo amapolas frescas-

 

Fui madre nodriza de niños que ahora aúllan como lobos

a los pies de mi cama.

                                    esperando a la muerte.

Fui fuente de leche.

Fui leche de nieve.

Fui nieve de plata.

Y ahora me deshago como la cencella en los bancos de niebla

                                     -invisible en mi cama-

ahogándome en el caldero de puchero entre sollozos.

Los picatostes que cortaba ahora son mis hijos naufragando

aferrándose a las esquirlas de cebolla que flotan en el caldo putrefacto.

              -La cebolla nos hace llorar, madre-

susurran para tranquilizarme.

Y lloran por mi muerte.

El tren de vapor apisonándome al amanecer tiñéndome de luto,

mi fuente de vida seca y huérfana.

Ya no hay leche que ofrecer.

El pecho viudo

                        como un siamés arrebatado.

Soy sequía, vejez y recuerdo.

El cáncer galopando a sus anchas como los caballos negros de un tiovivo

haciendo círculos concéntricos en mis aureolas.

Y alzo la mirada hacia la luz

como cuando empujaba al parir a los gemelos

o como me rajaron para sacarme a la nena de mis entrañas.

Y así, sonriendo, les pregunto:

¿Acaso me enterrareis bajo el ciprés o en una hilera fresca de lavandas?

Prefiero las flores.

Y seguir siendo matria con mi savia.

3º PREMIO

  D. MIGUEL PAZ CABANAS

 con la Poesía titulada

 “OJOS DE MADERA”

 ¿Por qué los cachorros y los niños

tiemblan durante el sueño?

Solo puedo salir a la calle de noche,

cuando nadie me ve.

Mi madre decía:

no te aflijas,

pasarás inadvertida en la ciudad grande.

Soy una chica con ojos de madera,

corazón de madera

pies de madera,

y no quiero arder en la oscuridad.

Todos esperan que cometa un error

para lanzar su miedo sobre mí.

Pero llegué a esta tierra sin nada,

susurrando la palabra sagrada:

“Libertad”.

Luego saliste de mi vientre

y escribí una carta a tu abuela

y le prometí que no desistiría.

Que no me rendiría.

No le hablé  de la ira ni la desolación;

tampoco del olor penetrante del mar.

Solo le dije que la añoraba,

varada en el umbral de su choza,

tejiendo rafia y misterios,

y le pregunto,

mientras arrullas a tu cachorro,

por qué tiemblan los niños

y los perros

cuando duermen lejos de casa,

si no pueden soñar.


PREMIO A LA MEJOR DECLAMACIÓN

Dª ANA IBAÑEZ

 con su Poesía 

“LA ALMOHADA DE MARIA”

 Un pony color rosa y sabor a fresa,

dormía con ella cuando era niña,

acariciaba la larga cabellera brillante

y suave que la hacía tan feliz.

Le acomodaba en la almohada para

Soñar juntitos, ella tan bonita…

Tan chiquita…

 

Hoy a los treinta y siete años,

Marta vela el sueño de su hija.

Es una mujer rotunda, bien formada.

Conoció a su amor y acabó casada,

pero con el amor, el alma quedó mermada,

la vida ajada.

 

Limpia la casa de ruidos feos y

gritos que todo lo empañan.

Cocina con amor aliñado con lágrimas.

Abre las ventanas con la esperanza

de que el monstruo que asusta mucho

salga y no vuelva nunca.

 

Ha cambiado el pony por deseos

que guarda bajo la almohada,

ahí, bajo el almohadón impoluto

está su mundo infinito,

el río claro, un bosque profundo,

el puente que cambia de lado en el paisaje,

un beso… el amor…

 

El tiempo no cura nada, solo pasa

y cada día pesa, pesa, pesa…

Debajo de la almohada ya nada cabe,

tampoco encuentra nada.

¡Su hijita la despierta ¡

Marta respira hondo y

abre una ventana,

al caballito rosa ponen alas y las dos saltan,

porque sabe que vivir es otra cosa.

 

Ha encontrado ríos, cruzado puentes, sentido el bosque

y sobre todo, duerme apoyando su cabeza

en una almohada blanca,

donde vuelve a guardar cosas

y donde siempre las halla.

Marta sabía que vivir es otra cosa.


ACCESIT DE DECLAMACIÓN

Dª ARANZAZU PRIETO

con su Poesía

 “A TI, MUJER”

Mujer…

Atiendete, escúchate, mírate, reconócete,

                             ¡ámate!

 

Mujer…

Ama tu capacidad de dar vida

y de expulsar fuera de ti,

aquello que ya murió

y no te hace feliz.

 

Ama tu ciclicidad

y tu talento para crear.

 

Ama tus primaveras, donde floreces.

Ama tus veranos, donde tus frutos resplandecen.

Ama tus otoños, donde dejas caer tus hojas.

Y tus inviernos,

donde tus raíces se hacen profundas,

proceso necesario para sostener tu vida.

 

Mujer…

Ama tus amaneceres

y también tus atardeceres.

Ámate en tus coches y en su negrura,

y entrégate a la luz de tu día.

Ama tu muerte,

ésa, que te lleva de nuevo a la vida.

 

Ama tu risa y también tu llanto.

Ama tu silencio y tu canto.

 

Ama tu estado menguante,

así como amas tu creciente.

Ámate plena

y ábrete a descubrirte nueva.

 

Mujer…

Repliégate en tu interior, para recibir al Amor.

Tómalo, acéptalo, siente como Él te ama.

Y ahora que te sabes amada,

ya puedes desplegar tus alas.

Abre tu corazón y lánzate a la vida amando,

lánzate a la vida, Amada.